Mientras sepas más que alguien, puedes venderle algo
La clave no es ser el mejor, sino saber empaquetar lo que sabes.
Vivimos en una era donde el conocimiento se puede transformar en productos, servicios y contenido con un valor percibido enorme. Pero hay algo aún más importante: no necesitas saberlo todo, solo necesitas saber más que la persona que tienes enfrente.
Este principio se llama asimetría de conocimiento.
Es lo que explica por qué:
- Alguien puede vender prompts de inteligencia artificial.
- Otro puede armar un curso básico de herramientas digitales.
- Y alguien más vende fotos generadas por IA estilo Ghibli.
No son expertos mundiales. Son personas que han aprendido a transformar lo que saben en algo útil, claro y deseable para alguien más.
La historia del tornillo
Hay una anécdota que lo ilustra perfectamente:
Una fábrica tenía una máquina parada. Nadie sabía qué hacer. Llamaron a un especialista.
Él llegó, observó unos minutos, apretó un solo tornillo… y la máquina volvió a funcionar.
Luego envió la factura: $1.000.El gerente, sorprendido, pidió el desglose.
El especialista respondió:
– Apretar el tornillo: $1
– Saber cuál tornillo apretar: $999
El valor no está en la acción visible. El valor está en la experiencia, en el conocimiento, en el criterio.
Eso es lo que la gente paga.
¿Y tú? ¿Qué sabes que otros no?
Cada persona tiene conocimientos, habilidades o experiencias que pueden convertirse en valor para otros.
Pero no basta con saber. Hay que saber empaquetar ese conocimiento:
- Como curso.
- Como plantilla.
- Como servicio.
- Como comunidad.
- Como contenido.
La próxima vez que pienses que “eso ya todos lo saben”… pregúntate: “¿realmente todos lo saben y pueden aplicarlo igual que yo?”
Ahí puede estar tu próxima oportunidad.